Dimitris Christoulas


En memoria de Dimitris Christoulas

Dimitris Christoulas ocupa un lugar en la barra de este blog como si de un santuario se tratara y en recordatorio permanente de la vileza de un sistema que ha perdido el sentido común y la humanidad bajo el culto al miserable dios del dinero. Dimitris era un jubilado griego que se suicidó, de un tiro en la cabeza, junto a un árbol de la Plaza Syntagma donde reside el Parlamento Griego. Dejo una nota. Confieso, con cierto rubor, que fui incapaz de leerla de un tirón. No soy partidario de revelar interioridades y mucho menos en la plaza pública de un blog que afortunadamente lo leen miles de personas, pero considero que Dimitris lo merece. Pues a lo que iba, me entristeció de tal manera que arranque a llorar.  La nota decía lo siguiente:

“El Gobierno de ocupación de Tsolakoglou ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para mí, que se basaba en una respetable pensión que yo había pagado por mi cuenta sin ninguna ayuda del Estado durante 35 años. Y dado mi avanzada edad ya no tengo el poder de resistir activamente (aunque, por supuesto no descarto que,  si cualquier griego hubiese empuñado un Kalashnikov, yo habría sido el segundo en hacerlo), no veo otra solución que poner fin a mi vida de esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de basura para poder subsistir. Creo que los jóvenes sin futuro cogerán algún día las armas y colgarán a los traidores de este país en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussolini en 1945”.

Antes de empezar una puntualización: no por suicidarse tiene razón. Dicho esto continúo. He remarcado en negrita la referencia que Dimitris apela a la palabra dignidad. A un hombre se le puede arrebatar todo excepto la dignidad, sin dignidad no hay autoestima, y sin autoestima no se es nada. Una nación aborregada por el miedo es una nación perdida. De ahí mi insistencia para que este blog sea un refugio de lobos, de personas comprometidas en restablecer un futuro que se nos ha sido arrebatado por una oligarquía sin entrañas. Creo, y sigo con las confesiones, que la nota de Dimitris tiene una carga de profundidad, al menos para mí, ya que estoy en las antípodas de un acto de suicidio. Aun así, me voy a referir a un episodio de mi adolescencia que marcó mi carácter. Estudiaba primero de bachillerato en el Instituto Jaime Balmes de Barcelona, creo que tendría doce años. Un profesor de Geografía e Historia, un hombre diminuto que se paseaba por la tarima del aula enfatizando acontecimientos históricos con gran vehemencia, un día espetó: “Más vale la muerte que perder la vida”. No recuerdo a cuento de que venía, lo que si sé es que me impactó. Tampoco sé el porque me impactó ni
las causas del encontronazo que me supuso y la huella que dejo. En un principio me parecía una incongruencia y hasta una reiteración, pero algún gen que habita en mi cabeza le acabó dando sentido. Perder la vida es de perdedores en cambio la muerte puede acontecer, o no, si se lucha por lo que uno cree.

Los que se han dado una vuelta por la barra de este blog en Quien soy o en Investiga que algo queda se pueden hacer una idea del empecinamiento en rebelarse a tragar las ruedas de molino que día si y el otro también nos prescriben los poderes al uso cuando aseguran que es por nuestro bien. Me considero inmunizado contra la depresión producto del miedo. Tengo miedo como cualquiera pero limitado en una dosis que la rebeldía proporciona. El individuo políticamente correcto, en manos de los esquizofrénicos que ostenta el poder, no puede otra cosa que extinguirse como ser racional producto de su sumisión a pesar de carretadas de ansiolíticos en una desesperada carrera en redimirlo. Dimitris Christoulas, en su carta de despedida roza los límites: acaba con su vida y sueña con un Kalashnikov. Sin llegar a estos extremos, una actitud, digamos, disconforme alimenta el alma, reconforta el espíritu e inmuniza contra la desesperación. Hay motivos, más que suficientes, para adoptar una aptitud inteligente.   

6 respuestas a Dimitris Christoulas

  1. Marina dijo:

    Me uno a la dedicatoria en memoria de Dimitris Christoulas. Personalmente esta noticia me sobrecogió. Tampoco soy amiga de sensacionalismos pero creo que no debiéramos permitir, y lo hemos hecho y seguimos haciéndolo, que en nuestro mundo, como en otros, habite la voracidad y campe a sus anchas. Sólo se vive una vez y como deseaba Dimitris Christoulas que sea dignamente. Marina.

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  2. tyrr dijo:

    De jóven, que no hace tanto, estudié ciencias medioambientales que no han servido para proporcionarme un trabajo, pero siento una gran satisfacción por haberlo estudiado, porque me proporcionó el conocimiento que necesitaba para seguir rebelandome contra un sistema que considero injusto y que he comprendido que puede ser sustituido por otro más humano. Yo también me uno a la dedicatoria de Dimitris y siento que lo que hice en la juventud (asistir a manifestaciones, vivir algun tiempo en un arbol para que no lo cortasen en un país de acogida entre otras cosas como okupar casas de un gobierno que prefería dejarlas vacias a darlas a sus necesitados ciudadanos) pensé que no era mucho por cambiar el mundo, pero leyendo estas líneas me doy cuenta, de que no tengo miedo, o como dice el autor, si lo tengo pero la rebeldia lo para. Ahora se que la lucha es larga, pero también se que no podemos rendirnos porque entonces perdemos esa vida que tenemos.
    Hay muchas formas de luchar, pero creo que tenemos que empezar por nosotros mismos, ser criticos y analizar siempre como podemos presionar para que las cosas cambien; es algo no muy complicado y que repercute positivamente en nosotros y en los que nos rodean y creo que de esta forma es como se cambian las cosas… Gracias por este magnifico blog que he encontrado hoy…

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  3. Lucia dijo:

    Yo no se expresarme tambien como tyrr, pero me siento reflejada en cada una de las palabras que el ha echo-
    Gracias

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  4. jose dijo:

    http://canalafinsa.blogspot.com/ a Dimitris no sabe la que le a caido.

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  5. enrique fustgueras guillén dijo:

    MI COMENTARIO, PARA NO REPETIRLO, ESTÁ EN «LA OPORTUNIDAD DE ORO».- AFECTUOSOS SALUDOS.- €nrique.-

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  6. Verónica dijo:

    Dicen que alucinamos y somos conspiranoicos aquellos que vemos la pasiva expansión territorial de Alemania, que estamos de lleno en una Tercera Guerra Mundial, iniciada por el mismo país que comenzó las otras dos y por los mismos motivos. Esta es una de las primeras víctimas.

    Gracias por esta entrada. es sobrecogedora, lo mismo que la frase que dijo tu profesor.

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