¿Sabes que todo el dinero que circula es deuda? (2)


Nos tendríamos que haber preguntado porqué el capitalismo, que para endulzar la píldora se le llamó “economía de mercado”, necesitaba imperiosamente crecer. ¿No podíamos haber desarrollado una economía con un desarrollo sostenible?. Era lo más lógico, pero alguna necesidad imperiosa debía tener el sistema de economía de mercado para que nos llevara a todos en una desenfrenada carrera en pos de una zanahoria que se conseguía a base de palos. Más beneficios, más consumo, más valor añadido …., y más, y más. Todo a más necesitaba más dinero en circulación, de algún sitio tenía que salir el volumen monetario que permitiera que las grandes corporaciones pudieran obtener más beneficios que el año anterior, que los endeudados consumidores pudieran gastar más que el año anterior, que los valores bursátiles se incrementaran de valor más que el año anterior, y mil cosas más tenían que valer más.

¿De donde sale el dinero para pagar la eterna y desenfrenada fiesta con una música que no para de tocar?. Podemos adelantar que la respuesta esta relacionada con el impulso de la bicicleta que si dejas de pedalear no avanza, por un instante se detiene pierde el equilibrio y rápidamente se viene abajo. En el equilibrio de la bicicleta está la imperiosa necesidad del continuo pedaleo. En la economía de mercado que se nos presenta no es sólo agotador sino que el engaño ha llegado a ser una estafa. Habrá una forma de explicarlo, aunque sea sintetizadamente y adaptándose a un mensaje en la red social lejos de los tediosos volúmenes enciclopédicos y de los vertidos tóxicos, de una casta interesada, que sublima lo incomprensible del procedimiento para alejar a quien se pueda interesar en un estado de imperecedera inopia. El sistema bancario está creando dinero de la nada en perpetua deuda. Vivimos en un sistema piramidal donde el crecimiento es necesario para ocultar la mentira de la creación del dinero. Si dejamos de crecer no podremos pagar las deudas. Y si no pagamos las deudas el sistema financiero se viene abajo. Este asunto, el vital e imperioso crecimiento, lo aparco para el próximo post El sistema económico ha colapsado .Volvamos a lo que interesa aquí. Mientras no cambie el sistema, ha sido, es, y será,: una verdadera guerra entre los bancos y la gente. Una guerra, a estas alturas, perdida por la ciudadanía y rendida como la población de Breda ante el asalto de las tropas españolas. Mucha cordialidad pero rendición a fin y al cabo. Empecemos por el principio.

Con el fin de alejar la tentación de que los Gobiernos de turno pusieran la maquina de imprimir dinero para salir del paso de las apreturas presupuestarias los países occidentales reforzaron la independencia de los bancos centrales para garantizar así la estabilidad económica. Los bancos centrales constituyen la autoridad monetaria. Su consideración prioritaria es la estabilidad de los precios y el tipo de cambio. En los países de la Unión Europea que han entrado en la UEM, las funciones de banco central las cumple el Banco Central Europeo y el Sistema Europeo de Bancos Centrales. En los Estados Unidos, las funciones del banco central las cumple el Sistema de Reserva Federal. Los bancos centrales están encargados de analizar la situación económica del país o bien los países adheridos a su moneda y, como conclusión de ese análisis, diseñan las estrategias de la política monetaria con el objetivo principal de garantizar la estabilidad monetaria. Pero, y este es uno de los “peros” que vale la pena de enojarse es, el mandato y objetivo a piñón fijo de la supuesta estabilidad que obsesivamente margina otros objetivos económicos, tales como el pleno empleo y un desarrollo sostenible. Para este tipo de instituciones los aspectos sociales son secundarios con respecto a la estabilidad.

El objetivo de la estabilidad tiene una doble vertiente interior y exterior; la estabilidad interior se refiere a la estabilidad de precios internos, es decir, a la lucha contra la inflación; la estabilidad exterior se refiere a la estabilidad de los precios externos, es decir, la estabilidad de los tipos de cambio de divisas.

Los bancos centrales se encargan de poner en circulación los billetes y las monedas acuñadas, garantizando un suministro de efectivo adecuado a las necesidades del comercio. Custodian las reservas de la banca privada y controlan su volumen; determinan los coeficientes de reservas, es decir, el porcentaje de los depósitos que la banca privada debe destinar a reservas.  Los bancos centrales prestan dinero a la banca privada en cantidad y a tipo interés que se determina en función de las estrategias de la política monetaria. Coordinan e intervienen el mercado interbancario, es decir, conocen y controlan los préstamos que los bancos privados se conceden entre sí. Tiene en sus manos los mecanismos para diseñar las estrategias de política monetaria: los tipos de interés, la cantidad de dinero en circulación, los coeficientes bancarios, … todo ello para luchar contra la inflación.

La estabilidad exterior está sujeta al control de cambios de la moneda. Las reservas de divisas se centralizan, lo que incluye no sólo las monedas y billetes emitidos por el extranjero sino también las cuentas en instituciones bancarias y los efectos a cobrar en el exterior. Gestionan los cambios de divisas, controlan todos los cobros y pagos internacionales; se encargan también de elaborar la Balanza de Pagos.

Hemos visto someramente como funciona el banco central en sus dos vertientes de estabilidad: interior estabilizando la inflación de los precios y exterior sujeta al control de cambios de las divisas. El Banco Central Europeo, al igual que los otros bancos centrales, se rige por un balance contable como el de cualquier empresa mercantil. El pasivo esta compuesto por el efectivo en manos del público, el efectivo en poder de los bancos, los depósitos de la banca privada y los depósitos del sector público. El activo lo componen los préstamos a la banca privada, los préstamos al sector público y las reservas en oro y divisas. Como todo balance contable las sumas de activo y pasivo son iguales. Cualquier variación de una estas partidas contables condiciona a las demás.

Si el banco central decide poner la maquina de imprimir dinero trasladara contablemente a su pasivo la cantidad facial impresa a la partida: Efectivo en poder de los bancos, y anotará en su activo la misma cantidad a la partida: Préstamos a la banca privada. El dinero, recién fabricado de la nada, él banco central lo subasta a un tipo de interés determinado que se lo adjudica una entidad financiera que anotará en su pasivo la deuda contraída con el banco emisor. Desde ese mismo momento por donde circule ese dinero emitido siempre será deuda. Pasará de mano en mano pero siempre uno se lo deberá al otro. Por lo que podíamos convenir, para sorpresa de muchos, que todo el dinero que se emite es deuda. Como tal deuda esta asociada a un tipo de interés que corre desde el mismo momento que nació la criatura. Sería oportuno decir aquí que la maquina de imprimir dinero es un eufemismo, las emisiones son meramente apuntes contables. La maquina milagrosa sólo funciona para reemplazar los billetes estropeados por el uso por otros nuevos. Tan sólo un 3% del dinero circulante tiene un respaldo en papel moneda.

Creo necesario puntualizar que el dinero que se emite no está vinculado a la riqueza producida por el país, en este caso la Unión Europea, si no que su garantía de valor está vinculada a que existe un deudor. Desde el momento que el dinero se emitió y se anotó en la cuenta que la debía un banco, este, cuando prestó a sus clientes se lo deben a él, y así sucesivamente. El dinero que, momentáneamente, tienes en tu bolsillo es tuyo pero ese importe facial hay otro que se lo debe a otro. En definitiva, el papel moneda responde por si mismo ya que detrás de él hay un deudor. Lo que el dinero acredita es que no es papel impreso sin causa y razón. Años atrás en los billetes de la peseta figuraba una leyenda que decía “El Banco de España, pagará al portador…” las pesetas faciales y estaba firmado por el Gobernador. Ahora en los billetes de euro no existe la leyenda que pagara el BCE y hay un garabato en forma de firma no identificada. Peor lo lleva el dólar que invade el mundo con la celebre frase In God We Trust, en Dios confiamos, ya que la garantía que aporta el billete verde es de boquilla. Como de costumbre, para aquellos que circulan con urgencia por la red tienen en este párrafo el punto final, para aquellos otros más interesados en los detalles hay un poco más,

¡Más madera!

Tengo forzosamente que volver con lo dicho en párrafos anteriores. Si dejamos de crecer no podremos pagar las deudas. Y si no pagamos las deudas el sistema financiero se viene abajo. Voy a puntualizar lo dicho de otra forma: la deuda va acompañada del interés, que dependiendo del tipo que se aplica incrementa sustancialmente el importe de su devolución, por lo que es necesario poner más dinero en circulación para cubrir el arrendamiento de pedir dinero prestado. Si tú no pagas un crédito no pasa nada ya que es una gota en el océano, lo equivalente a la ley de los grandes números que los bancos provisionan para cubrir la morosidad. Otra cosa muy distinta es cuando la deuda se convierte en plaga y supera todas las previsiones previstas y afecta a la estabilidad de los bancos que a la vez se han financiado con otros bancos o con fondos de inversión que a la vez están endeudados con otras fuentes de financiación. Es entonces cuando el problema de impago se hace sistémico. Recuerda a las fichas del dominó que al caer la primera caen todas las otras por el impacto que reciben de la anterior. Es ahí lo que, esquemáticamente, está pasando con el euro, si cae Grecia los bancos alemanes y franceses se les ocasiona un golpe que los desestabiliza, los mismo pasa con la deuda portuguesa, irlandesa, belga y para no decir italiana y española, que en el caso de producirse un impago hunde a los bancos de toda Europa. Estos son los efectos secundarios de la enfermedad del capitalismo, la causa es otra distinta: la emisión de moneda en self service, desvinculada de la razón. Me voy ha explicar mejor trayendo a colación al formidable Groucho Marx.

Una secuencia de la película Los hermanos Marx van al Oeste se ha hecho tan famosa, como la escena del camarote, al pedir, Groucho a grito pelado, a sus hermanos, ¡Más madera! para alimentar la caldera de un tren que conducen, a toda maquina, utilizando como combustible la madera de los propios vagones. Esta misma escena ha ocurrido delante de nuestros ojos sin apercibirnos que el sistema se ha consumido a si mismo mientras pretende llegar a su destino. La emisión de dinero, al estilo ¡Más madera! vinculada exclusivamente a deuda ha agotado la madera de los vagones del tren. Los deudores son incapaces de asumir más deuda ya que no la pueden pagar. Los particulares están al tope de su endeudamiento ya que han estirado más el brazo que la manga y lo mismo ocurre con las empresa, pequeñas, medianas o grandes, los bancos de todas dimensiones e incluso el propio Estado ronda la insolvencia. Este es el quid de la cuestión: se ha consumido la madera. Remataré el tema en el próximo post anunciado.

Hemos visto de donde sale el dinero y en concepto de qué pero para redondear la idea es necesario saber el volumen que hace falta poner en circulación. Anticipo que todo es rudimentario para que se entienda, todo ello sin que este muy alejado de la ortodoxia que igual harían falta dos tomos para explicarlo. Requiero un poco de paciencia ya que me tengo que referir, sin pretender abusar de exposiciones farragosas, a la ecuación monetarista que nos dice:

Q.P = M.V

(Q) la cantidad de bienes producidos, por (P) el precio general, es igual a (M) la base monetaria, por la cantidad de veces que (V) ese dinero cambia de manos. Es más simple de lo que parece, es algo conceptual pero si lo trasladamos a unos aleatorios números podíamos decir que 6×4=12×2 (6 por 4 es 24 que es igual a 12 por 2 que también es 24). Ahora supongamos que (M) la base monetaria, el banco central emite nueva moneda por valor de 2 lo que incrementa el dinero que circula. Ahora, (M) no es 12 sino 14, si se mantiene (V) constante el resultado será: 14 por 2 igual a 28. Por lo tanto, el otro lado de la ecuación uno de los dos valores también tendrá que incrementarse. (Q) la cantidad de vienes producidos se ha incrementado en 1 unidad, entonces ya no son 6 sino 7. Si se mantiene (P) constante el resultado será: 7 por 4 igual a 28. El incremento de la base monetaria ha sido equivalente a los nuevos bienes producidos por lo que los precios han quedado estables. Como he dicho pocas ecuaciones de este estilo, pero era necesario para seguir adelante.

Parece evidente que si el banco central pone en circulación un volumen mayor de dinero que los bienes que se han producido los precios suben. Pongamos un ejemplo extremo: en el mundo mundial sólo hay 3 coches y circula una base monetaria de 300, se puede decir que cada coche tiene un valor de 100. Se fabrica 1 más con un total de 4, pero el banco central emite 200 por lo que circula una base monetaria de 500. Ahora 500/4 es 125 el valor de cada coche y no 100, se ha producido una inflación del 25%. A río revuelto ganancia de pescadores, el descontrol anima a los especuladores y empuja a los precios al alza produciendo la dichosa inflación que ataca el poder adquisitivo de los salarios. Una transferencia de riqueza que acaban recogiendo los bancos. ¿Cómo entonces el Banco Central Europeo ajusta la base monetaria en circulación?. No puede haber otra respuesta: a voleo. Sabe perfectamente que hay billones de euros, dólares y las divisas que se quieran, fuera del balance contable de los bancos, las grandes empresas y multinacionales, por lo tanto fuera del sistema refugiados en los paraísos fiscales, y así no hay forma de ajustar masa monetaria que valga. Para cuadrar sus números lo hace en base de la información contable de los bancos que se parece lo que un huevo a una castaña con la triste realidad.

Para ocultar esta gran mentira miles de sesudos funcionarios al servicio de los bancos centrales realizan miles de boletines, estudios, estadísticas, e informes en pos de la transparencia del sistema monetario. Una maniobra de distracción que se ha instalado en un sistema corrompido hasta la medula. Hasta aquí hemos podido determinar que el sistema bancario crea dinero de la nada adjudicándolo a un deudor, pero sería el momento de hablar del interés que va asociado a la emisión del dinero que perpetua una deuda eterna. Aquellas 100 unidades que se emitieron en párrafos anteriores, en los minutos de lectura ya habrán generado algunos réditos más. Hemos visto, en el post anterior Los bancos crean dinero de la nada que por el efecto multiplicador del dinero las 100 (unidades de miles, o millones de euros) se convirtieron en 900 y cada una de estas unidades generaba un interés. Supongamos un tipo de interés del 5,5% anual, que no es nada del otro mundo, sobre las 900 unidades generarían unos intereses de 49,5 unidades. No está mal si se tiene en cuenta que se emitieron 100 unidades. Dicho de otra manera, al año de haber puesto en circulación una masa de dinero se necesita una mitad más para poder pagar los intereses que esta emisión de dinero ha generado.

El sistema es una tomadura de pelo, los intereses de las emisiones de moneda del año anterior se suman a los del año anterior del anterior … y así sucesivamente. Por lo tanto debe de ser cierto que vivimos en un sistema piramidal donde el crecimiento es necesario para ocultar la mentira de la creación del dinero. Si dejamos de crecer no podremos pagar las deudas. Y si no pagamos las deudas el sistema financiero se viene abajo. Se necesitan frenéticos pedaleos para que la bicicleta camine aunque fuera cuesta arriba. No es suficiente perverso el interés que va asociado a la emisión de moneda sino que además los bancos, y habría que referirse a los grandes bancos mundiales, al sustraer grandes cantidades de dinero de sus balances contables oficiales desvirtúan la ecuación monetarista que en párrafos anteriores se ha hecho referencia. Por lo que el banco central la restituye incrementando la base monetaria con nuevas emisiones de dinero, que provoca el tirón de los precios y más deuda. ¿Alguien en su sano juicio puede creer que el sistema capitalista no estaba predestinado al gran batacazo?. No hay suficiente dinero para pagar la deuda.

El próximo post: El sistema económico ha colapsado. Averigua por qué lo prioritario es pagar las deudas.

Acerca de ataquealpoder

Periodista y escritor.
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11 respuestas a ¿Sabes que todo el dinero que circula es deuda? (2)

  1. guerraxxx dijo:

    Recientemente he descubierto este blog al igual que otro que afirma lo contrario, el dinero no es deuda, la verdad que ambos autores parecéis saber de lo que habláis, pero no me queda claro que pensar.

    http://chemazdamundi.wordpress.com/2010/02/01/el-dinero-no-es-deuda-xi-%C2%BFes-necesario-endeudarse-para-conseguir-billetes-no-no-lo-es/

    Me preguntaba si podía aclararme los errores en los que incurriera el autor.

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  3. Sr V dijo:

    Gracias, por fin alguien explica lo que esta pasando, sin tanto falsedad y mentira, muchas gracias y animos

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  4. JesRICART dijo:

    El fin del dinero. Barcelona/Barceloneta 21dic2012 La perspectiva de un sistema económico desdinerizado o no-monético forma parte de los ítemes enlistados en las utopías de todos los tiempos. Inicialmente y en si mismo el dinero no tenia porque ser un problema si se hubiera ajustado a ser una representación del valor en lugar de convertirse o ser convertido en un valor en si mismo. En cuanto dejó de ser un instrumento de intercambio para serlo de especulación (el solo hecho de retenerlo es en si mismo especulativo aunque no se tenga alma de especulador y solo de simple ahorrista) los problemas conexos con el dinero empezaron a fluir tanto en épocas de crisis como en épocas de bonanza. En todas las fases históricas y lugares hay quien tiene más dinero y quien tiene menos, hay quienes a con él pueden pagárselo todo y quienes sin él no pueden pagarse lo básico.
    Nacemos y crecemos en sistemas con la evidencia de esa dinámica. Uno de los primeros actos de conciencia al que accede el ser humano es el de reconocer las grandes diferencias entre clases sociales y la tópica dialéctica entre pobres y ricos. Tener dinero es equiparado a la riqueza y no tenerlo a la pobreza.
    El resto de la vida uno debate sobre el significado último de la riqueza y también de la felicidad descartando que sea el dinero el posibilitador del placer y de las buenas experiencias. Sea en mayor cantidad o en menor el dinero es el factor de contaminación ideológica fundamental en la especie humana, es lo que mas la desentimentaliza. Mientras la sociedad necesite del dinero para pactar sus acuerdos y hacer sus transacciones la tesis de recambios solo podrá hablar de procesos intermedios pero no definitivos. Pero el dinero sigue siendo un problema tanto en cuanto se tiene como cuando no se tiene. En el primer caso porque al ser retenido se le saca de la función transaccional que debe cumplir de una manera fluida y cortoplacista, en el segundo lugar porque te pone en función de prestamistas y usureros (banqueros o financieros del tipo que sean) o te pone a merced de un amo que te contrata por un empleo bajo las condiciones que dicte. En épocas de penuria económica y de incertidumbre del modelo económico, lo cual es mucho peor, nadie esta seguro ya de nada, no solo del futuro a medio plazo tampoco del futuro inmediato. (En los escenarios teatrales está anunciado una obra con este titulo: nadie sabe nada). Esta falta de certidumbre esta relacionada con la transmisión de inseguridad que proviene de los poderes instituidos, de sus representantes (no hay un solo individuo público carismático ni creíble en todo el planeta, lo cual es tanto como afirmar que los miles de ellos que están detentado cargos poderosos no se explica que los detenten).
    En cuanto la sociedad base nadie queda libre de culpa, rastreando individuo a individuo nadie queda fuera del gran significante que le supone tener dinero. Para casi todo el mundo sin excepción tenerlo es sinónimo de garantismos y de bienestar y posibilismos, raramente hay quien esta dispuesto a vivir sin el o minimizándolo. Desde que hay menor cantidad de dinero circulante, menor poder adquisitivo y polémicas acerca de pensiones y subsidios mínimos los debates son de protesta pero no contemplan la propositividad apenas de vivir más con menos. (con los pequeños subsidios de 400euros mensuales se puede/podría vivir bien y sobrado siempre y que se redujeran todos los pagos y débitos que como sociedad castigada y victimizadas venimos cumpliendo, mucho mas si nos liberáramos de la necesidad compulsivo ahorrativa aparte de compras de tantos superfluos).
    En momentos de máxima incerteza los indicadores de paranoia van creciendo y hay gente que guarda el dinero en casa. Es otra modalidad de riesgo ya que desde el momento en que el dinero se devalúa día a día, se devalúa mas bajo el colchón que a un interés de compensación en el banco que sea.
    Para que haya una superación del sistema actual de produccion y distribución de las mercancías habrá que superar la filosofía especulativa del lucro y con ella el fin del dinero tal como se conoce. La posibilidad o utopía de eso solo depende del factor subjetivo, el de la voluntad real y sumada de las personas en reaprender a vivir sin el con praxis de intercambios y con actividades honestas en sus relaciones sinérgicas o de mutua cooperación.

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  5. JesRICART dijo:

    Crisis para aprender.
    Lo que de bueno tiene una crisis (todo tipo de crisis y no solo las económicas, también las de la propia disfunción corporal o las crisis de parejas o familiares, la crisis de adolescencia o la crisis de convicciones) es que ponen en primera plano de reflexión los análisis y concepciones que durante las épocas de bonanza (o de no-crisis) son juzgadas como piratas, aguafiesteras por no decir agoreras o fatalistas. La crisis de mercado y producción actual también la de financiación es que obliga a repasar lecciones elementales y una es que el dinero se crea de la nada porque lo crean los bancos (lo que hace la fabrica de moneda y timbre –las estampitas impresas- es más una ilusión óptica que un factor determinante de la economía). Y ¿cómo lo crean los bancos? Funcionando con intereses y réditos que a priori ni pueden ser garantizados por producciones por hacer y que tal vez no se lleguen a hacer jamás. Ese principio bancario fundamental que lo revisten con el concepto de inversión (en realidad y con mas exactitud un banco no invierte sino que financia a un inversor) es el criterio que hincha una bola hasta que revienta. Pueden pasar muchos años y hasta generaciones hasta que lo hace. Para tener elementos de análisis de lo que sucede hay que diferenciar siempre entre economía real (la productiva, la de tangibles, la de las certezas, la de las manterialidades y medios para vivir) y la economía especulativa (la de las cifras, la de los intangibles, la de las hipótesis, la inmaterial, la de las imágenes corporativistas).
    El dinero que nos pasamos de mano en mano nos lo aceptamos en la medida que contamos que él será aceptado por terceras y últimas personas en una continua cadena de transacciones. En cuanto la confianza en el dinero desaparezca todo l oque tendremos en nuestras manos son estampitas por las que solo se pelearán los coleccionistas los cuales harían un gran favor a la historia del arte pero no serían la alternativa a ningún reflotamiento de la economía. La economía no es ni será el dinero, matización fundamental que no deberíamos cansarnos de repetir, el dinero es su expresión oscilante. Mientras una parte de la población (tanto la de los lobbies como la de todos quienes los usan para especular a la escala que sea) no vuelva a tratar y tratarse con el dinero como instrumento transaccional será sumamente complicado salir del fiasco en el que estamos. Para cuando todo pete lo mejor es que nos coja con objetos tangibles y no con papeles impresos que nadie les conceda valor. Eso, que ya sucedió en otras épocas (el dinero republicano no fue reconocido por el dinero del nuevo estado nacionalista pomposo en el panorama de las Espaas de entonces) se podría volver a reproducir o creando otros tipos de cambios a partir de devaluaciones severas. El dinero tanto debajo del colchón como en una caja de caudales bancaria que no deja de ser un recurso similar, como en una cuenta que en un momento dado puede impedir el acceso a ella estará siempre mientras exista sometido a las especulaciones que se quieran hacer con el a no ser que se impidiera su acumulación, su prestamismo de usura y su recualificación como documento representativo de valor real y no valor inventado.

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